El dolor menstrual es una de las afecciones más comunes y molestas para las mujeres. Este dolor puede variar, con casos que van desde una sintomatología leve a otros en los que el dolor menstrual causa grandes problemas en la vida cotidiana de las personas. Sin embargo, hoy en día hay diferentes vías para ayudarnos a paliar estas dolencias, la osteopatía es un ejemplo de ello.
Síntomas del dolor menstrual
Algunos de los síntomas del dolor menstrual más habituales son:
- Dolor en el abdomen baja
- Dolor y/o pesadez de piernas
- Retención de líquidos
- Dolor lumbar
- Náuseas
- Trastornos intestinales: Diarrea…
- Cefaleas
- Mareos
- Irritabilidad
- Trastornos del humor
Osteopatia para aliviar el dolor menstrual
El objetivo fundamental de la osteopatía es restaurar el equilibrio global del cuerpo y la función del mismo. La persona se estudia de forma individual y, por ello, el tratamiento para aliviar el dolor menstrual es único y adaptado a las condiciones de cada paciente.
El dolor menstrual suele estar provocado por estructuras relacionadas con el sacro, el suelo pélvico, ligamentos y útero, pudiendo encontrar problemas mecánicos entre otros. También es importante valorar el sistema hormonal, cuya alteración puede dar lugar a una disminución de la irrigación sanguínea uterina produciendo dolor.
Con la osteopatía podemos intervenir en las posibles afecciones estructurales devolviendo el movimiento a las diferentes estructuras y funcionales mejorando el aporte sanguíneo.
Técnicas de osteopatía para tratar el dolor menstrual
Las técnicas se orientarán según cada persona pero podemos destacar las siguientes:
- Tratamientos de la zona pélvica
- Técnicas craneales para mejorar y restablecer el equilibrio hormonal
- Regular su alimentación, aumentando alimentos ricos en omega 3 (ayudan a disminuir los efectos de la subida de prostaglandinas durante el ciclo menstrual)
No debemos olvidar que las revisiones con un médico ginecológico tienen que ser periódicas y que la osteopatía es una herramienta de ayuda para encontrar un buen equilibrio en nuestra salud. Por ello, ambas cosas van de la mano y no tienen porque ser incompatibles.